Las personas que operan a través de Afluenta lo hacen a través de un fideicomiso de administración, en el que Afluenta S.A. actúa como fiduciario.
Como Fiduciario Afluenta cumple con las normas que le resultan aplicables, y está sujeta al control de, entre otras entidades, la Inspección General de Justicia (en materia societaria), de la AFIP (en cuanto a obligaciones impositivas), la Unidad de Información Financiera (en cuanto a prevención del lavado de dinero) y asimismo cumple con las obligaciones que surgen de la Ley de Protección de Datos Personales.