Los inversores compiten para invertir su dinero a través de la modalidad de subasta o remate indicando el dinero con el que desean participar (la participación mínima es de $2.000) y la tasa a la que están dispuestos a invertir. Cuando el total del dinero ofertado por los inversores alcanza el monto solicitado por el solicitante, las licitaciones individuales se consolidan en un único préstamo con sus obligaciones correspondientes.